Reflejos

En el rincón olvidado de la memoria,

donde los sueños se entrelazan con la luz,

allí reside el calidoscopio de la infancia,

un prisma mágico que descompone el tiempo.

Los reflejos danzan en sus espejos,

fragmentos de risas y secretos compartidos,

como luciérnagas atrapadas en un instante,

titilando en la penumbra de los recuerdos.

¿Quién no recuerda el vértigo de los columpios,

la caricia del viento en las mejillas,

los ojos cerrados, soñando con alas,

mientras el sol se sumía en el horizonte?

Así, en el calidoscopio de los sueños,

donde los reflejos se mezclan y se desdoblan,

seguimos siendo niños, navegando en la eternidad,

con los ojos abiertos al asombro y la esperanza.


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