En el ajedrez el Zugzwang, es la «obligación de mover», y eso significa hacer una inevitable jugada que empeora la situación, pero que se tiene que dar porque al jugador le toca su turno. En ella no existe variante, gambito o astucia alguna para evitar lo inevitable.
Repasando los textos que fueron saliendo a la par de lo vivido en el Sanatorio, durante 12 días, me recuerda ese término poco usado en el ajedrez, pero que expresa lo atravesado por mi viejo.
Conociéndolo, de seguro se la paso analizando y agotando todas las variantes, forzando las posiciones dispuesto inclusive, a sacrificar piezas mientras jugaba a contrareloj.
En su conducta, con su conciencia y amor nos permitió acompañarlo hasta el fin esta última partida.
Abandonar una partida en el ajedrez, es un acto pleno de conciencia, de raciocinio, de comprensión de donde uno está parado, de ver el desequilibrio fatal que ocurre en el tablero. Uno sabe que esta perdida la partida, pero abandona como acto de dignidad, donde la derrota no lo sorprende, sino que la enfrenta y le da su limite. Y espera la revancha para demostrar lo aprendido.
¡Pues que vayan estas páginas como revancha!
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