
Ahora Blumberg puede estar contento, su pedido de mano dura se cumple.
– Por José Fernández-
El mediodía del sábado 30 de julio pasado un agente de policía ultimó de un balazo a Martín Quintana en el barrio José Ignacio Díaz.
El hecho se desencadenó a partir de una denuncia hecha por un vecino, que aducía que unos muchachos estaban molestando a una señora. La policía actuó muy rápido, y de forma inexplicable un patrullero se acercó a una vivienda donde se encontraba Martín Quintana, que regresaba de su trabajo. El policía luego de amenazar a los jóvenes suponiendo que eran ellos lo agresores, ingresó a la vivienda sacó a rastras a Martín hacía la calle, y en el cordón de la vereda le disparó en el pecho ante la mirada atónita de sus amigos. El policía, como era de esperar en esta clase de cobardes, se dio a la fuga y luego pidió refuerzos.
A los pocos minutos una camioneta del CAP llegó al lugar de los hechos, constatando lo sucedido, encontrando junto a la agonía de Martín el pedido de auxilio de su padre, quien le imploraba que lleven a su hijo a un hospital. Ante la constante negativa de la policía el padre tomó a su hijo en brazos, lo subió a la camioneta y le ordenó al agente que lo trasladara al Hospital de Urgencias. En el camino Martín no aguantó y falleció.
Desde aquel 30 de julio, todos los viernes por la tarde, los familiares y amigos de Martín marchan por las calles del barrio exigiendo juicio y castigo a los responsables de la muerte de este joven trabajador de 19 años.
En los últimos años ya son más de 5 los asesinados por la policía de gatillo fácil de De la sota y el Jefe de la policía, el Comisario Rodríguez, ¿No será hora de que todo el pueblo eche a estos criminales?
( 01/09/2004)