De niño lo mire en silencio y aprendí con los ojos cerrados.
NO era un tipo fácil, era un tipo hermético, solo él sabe lo que él sabia…
Sentí su silencio, y vi sus manos trabajar en la oscuridad, de él aprendí hacer sin mirar, extraña cualidad para quienes nos gusta trabajar con las manos.
Al día de hoy cierro los ojos para resolver los problemas, cierro los ojos para juntar pedacitos que no se pueden juntar a simple vista. Aprendí como armar objetos con los ojos cerrados.
Sus cavidades vacías, sus ojos desterrados, son un gran enigma para mi, lo mire en silencio buscando descifrar sus secretos… pero en él todo quedo… mi abuelo era así…
Con el tiempo comprendí y acepte el fuego que lo templo y me deje tomar por la fuerza de su mirada que busca, no mira pero ve.
En mis retinas están sus ojos, en mis ojos está su mirada….
Opiniones al margen 