De pie, luchar el pueblo va a triunfar

DSCN7579Por: @Josecomunicando /

“¡¡¡ Central Socialista y antiimperialista ¡!!” cantaban lxs trabajadores en la una plaza del centro de Caracas, para expresar su apoyo al gobierno revolucionario y garantizar las conquistas que llegaron para el movimiento obrero bajo la revolución.

Con esta imagen y esos canticos me volví de Venezuela hace un año atrás. Aquella mañana en el centro de Carcas, vi al movimiento obrero embanderarse de rojo, de revolución de defensa de lo suyo, ya que la revolución no es para ellos un conjunto de palabras bien articuladas y perfectamente ordenas en una constelación de argumento pulidos por intelectuales que dicen que se debe hacer. Para ellxs la revolución es de a pie, con errores imperfecciones avances y retrocesos, pero por sobre todas las cosas es una construcción diaria desde el pueblo organizado. Una revolución que en lo concreto les ha dado beneficios papables, tangibles para las amplias mayorías históricamente relegadas, marginadas, asesinadas despreciadas por la derecha y el imperialismo.

Me volví teniendo muy en claro que la revolución bolivariana se sostiene gracias a un factor que el imperialismo desprecia y subestima. Ese factor es el elemento subjetivo de un pueblo que es revolucionario, porque objetivamente la revolución le dio lo históricamente negado; la dignidad de ser.

Hoy, un año después el imperialismo amenaza con desplegar su último recurso sobre un pueblo y revolución que no pudieron doblegar. Luego de miles de cientos de mensajes desalentadores por sus usinas mediáticas de desinformación, luego de utilizar el desabastecimiento como lo hicieron contra Allende en Chile, luego de intentar agitar protestas a las que solo acudieron los sectores que dominaron y masacraron al pueblo durante el siglo XX, luego de intentar alzamientos militares y hasta intentar llegar a bombardear multitudinarias pacificas marchas y la casa de gobierno; luego de que todo eso les fracasara y que sus dirigentes fueran apresados por pergeñar esos intentos de atroces crímenes; Luego de todo eso, el imperialismo amenaza militarmente a la revolución.

Ahora si de forma directa, sin sus inútiles intermediarios de la derecha venezolana que solo coleccionaron derrotas. Ahora si el imperialismo muestra sus manos y no los hilos de un libreto escrito desde el pentágono que se denominó “Golpe suave”. Ahora el imperio muestra sus dientes, sus garras e intentará ordenar el patio trasero.

Posiblemente sueñen con invadir como lo hicieron en Panamá. Posiblemente sueñen en desembarcar como lo hicieron en Granada y llevarse el botín dejando a un pueblo fracturado, diezmado y saqueado. Pero es posible que les ocurra lo que les ocurrió cuando intentaron meter sus garras en Nicaragua y los soldados de Sandino los derrotaron militarmente. También es posible que les ocurra lo de Playa Girón, donde los mercenarios que zarparon desde los EEUU a derrocar la revolución cubana fueron vencidos en pocas horas por los guajiros. También es posible que les ocurra lo de Vietman donde mordieron el polvo al enfrentarse a un pueblo decidido a ser libres de los opresores.

Hoy hable con un compañero venezolano y le pregunte sobre cuál era la actitud de la gente ante la ofensiva imperial, y me dijo: “en esta semana las marchas son más que multitudinarias. Las amenazas del imperialismo han hecho que la gente salga a la calle masivamente en apoyo al gobierno, la revolución y contra el imperialismo”. Con este dato no me quedan dudas que la amenaza no ha logrado su efecto deseado, que es el de desmovilizar, generar miedo y por ende la inacción.

Hace un año en aquella plaza, en aquel acto del movimiento obrero se escuchaba una y otra vez, la canción de Quilapayun: “El pueblo unido jamás será vencido”, mientras Virgilio Barreto, miembro del sindicato de educadores de Venezuela, me decía: “Estamos en una revolución que le brinda todos los derechos a los/as trabajadores/as, la educación gratuita, educación universitaria con más estudiantes ocupando el segundo lugar en Latinoamérica  después de Cuba, pensiones y jubilaciones igual que el salario mínimo” y enfatizó: “Tenemos muchas razones para defenderla, como lo es la Ley Orgánica del trabajadores, tenemos 15 años de revolución con inamovilidad laboral”.

Luego fue Frank Quijada, trabajador de la empresa Polar en la entrevista que le realice me explicó porque apoyan la revolución: “Aquí hay universidades para nuestros hijos; médicos en todos los barrios; becas para que nuestros hijos puedan estudiar; está la gran misión vivienda; aquí se atienden a los niños, los niños de la calle se terminaron”.

“NO vendrá ninguna oligarquía, no vendrá nadie a quitarle el sueño, la esperanza a los pobres de la patria de Bolivar” exclamo con orgullo Frank. Y luego sentenció: “Es de vida o muerte para los trabajadores que este proceso continúe y lo vamos a defender por el futuro de nuestros hijos”.

Mientras me alejaba de la plaza de fondo se continuaba escuchando como lxs trabajadorxs cantaban:

“De pie, cantar
el pueblo va a triunfar.
Millones ya,
imponen la verdad,
de acero son
ardiente batallón,
sus manos van
llevando la justicia y la razón.
Mujer,
con fuego y con valor,
ya estás aquí
junto al trabajador.

Y ahora el pueblo
que se alza en la lucha
con voz de gigante
gritando: ¡adelante!

El pueblo unido, jamás será vencido,
el pueblo unido jamás será vencido…”

 

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