Por: @Josecomunicando
Hoy llegó a nuestro país el negro más trucho de la historia de los EE UU. NO lo digo yo, lo dice la desencantada comunidad afro-decendiente del país imperialista, la cual se ha cansado de pedirle a Barak que frente las políticas de crímenes por parte del estado contra esa comunidad y la Latina.
Quienes crean que Obama viene en una vista cordial y de igual a igual, les recuerdo lo dicho por su Secretario de Estado John Kerry hace un par de años en un discurso ofrecido ante el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes: «América Latina es nuestro patio trasero (…) tenemos que acercarnos de manera vigorosa», dijo el jefe de la diplomacia estadounidense, exhortando a la administración Obama a hacer un esfuerzo especial con los países latinos.
Pero este concepto no es nuevo, es el reciclado que ya fuera pronunciado por el presidente estadounidense James Monroe en 1823 al referirse como “patio trasero”, a toda la geografía que va desde México al sur del continente, el concepto es claro y fue aplicado por TODOS los gobiernos norteamericanos cuyo concepto base es: “América para los americanos”. La seguidillas de golpes de estados e intervenciones militares yankys en América Latina son la firma a sangre y fuego que afirman la idea de como tratar a América Latina.
Entonces no hay por que pensar en una visita fraternal, de un jefe de estado a un país que comparte su mismo continente. Lo que si se observa con claridad es el desembarco de un hombre que no ha dudado en traicionar a su sangre para continuar intentar poner a la América Latina bajo su bota.
Entonces, si quien ostenta un premio nobel de la paz, se caracteriza por invadir países, bombardear poblaciones, pasar por alto al derecho internacional y las Naciones Unidas y se la pasa diciendo que quiere cerrar el monumento a la violaciones de los DDHH como lo es la cárcel de Guantanamo, pero nada hace para cerrarla; Estamos ante un representante de un país que no merece confianza alguna «ni un tantico… así. Nada!!!».