El día no termina,
no deja de agonizar.
La noche pretende caer con fuerza y con ella un manto de impunidad al amanecer.
Las voces y lamentos de los que hablan por sus bocas nos convocan. La sangre llama y nos hermana,
Por que si bien somos aparentemente débiles, sabemos que nuestro lugar es donde la memoria y la persistencia es nuestro grito más rebelde, Allí hemos demostrado ser invencibles.
Nos abrazamos, nos miramos, nos evocamos para dar paso a los que nunca se fueron.
La muerte y el olvido nos acecha, pero hoy dijimos conjuros para derrotarla.
Hoy, mañana y pasado seremos lo que no podrán matar jamás.
Hoy libramos batallas, que esperan por nuevas victorias.
¡¡¡Ese es nuestro destino y vamos a vencer!!!
Por: @Josecomunicando