En mi casa hay libros, toneladas de libros. Libros de todos los colores, de diversas ideologías.
Libros de historia, comunicación, política, filosofía, economía, matemática, sociología, geometría, física, etc.
Libros para pensar, libros que enseñan a ser libres, a conocer lo que nos pasa como pueblo.
Libros de bellas historias e ideologías comunistas, anarquistas, marxistas, de nacionalistas que se quedaron del lado del pueblo, hasta de pensadores burgueses hay.
Páginas y páginas que luchan contra el olvido, contra dictaduras y sus cómplices.
Pero los más peligrosos textos que hay son los de poesía y uno en particular, del comunista alemán Bertold Brecht, que luchó contra personas como usted, y le advierte:
“Con paso firme se pasea hoy la injusticia.
Los opresores se disponen a dominar otros diez mil años más.
La violencia garantiza: «Todo seguirá igual.»
No se oye otra voz que la de los dominadores,
y en el mercado grita la explotación: «Ahora es cuando empiezo.»
Y entre los oprimidos, muchos dicen ahora:
«Jamás se logrará lo que queremos».
Quien aún esté vivo no diga «jamás».
Lo firme no es firme.
Todo no seguirá igual.
Cuando hayan hablado los que dominan,
hablarán los dominados.
¿Quién puede atreverse a decir «jamás»?
¿De quién depende que siga la opresión? De nosotros.
¿De quién que se acabe? De nosotros también.
¡Que se levante aquel que está abatido!
¡Aquel que está perdido, que combata!
¿Quién podrá contener al que conoce su condición?
Pues los vencidos de hoy son los vencedores de mañana
y el jamás se convierte en hoy mismo”.
Por: @Josecomunicando