Lo querían muerto, derrotado, vencido,
lo querían perdido en la historia, olvidado, abandonado.
Pretendieron levantar un muro de mentiras sobre él y en él sobre un glorioso pueblo con más de 500 años de resistencias.
Pero los fascistas olvidaron nuestros conjuros, subestimaron nuestras fuerzas históricas, se rieron de nuestras verdades, escupieron nuestras banderas y su soberbia no le permitió prestar atención al poeta cuando dijo:
«Ven, no sufras,
Ven conmigo, porque aunque
No lo sepas, eso yo sí lo sé:
Yo sé hacia dónde vamos, y es ésta la palabra:
No sufras porque ganaremos,
Ganaremos nosotros, los más sencillos
Ganaremos, aunque tú no lo creas,
Ganaremos».
Hoy Evo regresó a su tierra, regresó con sus pies ya que su corazón nunca se fue. Hace más de medio siglo, en las tierras bajo el Rio Bravo ya no son cinco siglos igual.
Antes de partir desde La Quiaca a Villazón, Evo dijo: «… la lucha sigue. Mientras exista el capitalismo y el imperialismo, la lucha de los pueblos continuará. De eso estoy convencido, hermanas y hermanos».
Del lado de su tierra, un enjambre de wiphalas, campesinxs, gente de a pie, trabajadorxs, lo esperaban para seguir escribiendo la verdadera historia.
¡¡¡ Jallalla Bolivia !!!
Texto: José Fernández