Vía el celular de mi viejo, pude contactarme con distintas personas, en particular con ex compañeros del Banco y sus compañeros del colegio secundario de Cosquín. Ante el inminente desenlace fatal y mientras quedaba tiempo, fue por ese canal que los invité a que pudieran darle un saludo.
Los muchachos del Banco y ex compañeros de militancia, se fueron acercando, descreyendo de la gravedad de la situación y negando, comprensiblemente, lo que pudiera ocurrir.
Caminaron valientemente por el pasillo rumbo a la habitación y frente a él fueron fuertes y llenos de amor en ese último momento.
Mi viejo los fue reconociendo lentamente y la expresión de alegría y emoción que le daba era conmovedora.
Fui testigo de ese encuentro donde se abrazaron y dijeron hermosas palabras.

Desde Cosquín llegaron también los saludos, recordando viejos y buenos tiempos:
“Cuanta tristeza me genera esta noticia, desearía con toda mi alma que se recupere. Dios lo quiera. Alberto es mi amigo más antiguo. Nuestra historia se remonta al tercer grado en la escuela Lainez, donde la maestra era justamente su madre, tu abuela. De ahí en más nuestra amistad se fue enriqueciendo y llegó hasta hoy intacta como en nuestra niñez de los 50.
Tuve el honor de haber sido quien le enseñó a jugar al ajedrez. Tendríamos entre 8 o 9 años (tenemos la misma edad), entonces de ahí Genio no paró más. Fue el ajedrez, su pasión y su norte. Luego al poco tiempo, nunca más pude ganarle un solo partido. El genio comenzaba a salir de la botella. Espero que se recupere pronto. Abrazo al hijo de Alberto”. Enrique Lascano
Hola José,
“Que dura notícia que me das. Toda mi infancia de Cosquín estuvo conectada con tu papá y tu tío. Ambos se destacaron en el ajedrez desde chicos.Tu abuela fue mi maestra de primaria, supo ganar mi corazón. La recuerdo con muchísimo cariño por todo lo que ella hizo por mí . Por favor, si es posible, pasale a tu papá un fuerte y cálido abrazo de mi parte!!!
Le pido a Dios por su salud!
Carlos Eduardo Marenco”.
“Conozco a tu papá y tío desde chicos. Vivían en una casita en la pensión de doña Teresa Demarco. Y a tu abuela como maestra en la escuela Lainez. Compartí con él los estudios en el Colegio Nacional. Un fuerte abrazo a la familia y a José”. Gastón.
“Hola José, buenas tardes, soy Ricardo Rosa, uno de sus queridos compañeros de estudio y de la vida. Sinceramente no tengo palabras para poder expresar el tremendo impacto que me ha causado la noticia que nos has dado sobre la salud de Alberto, solo puedo decirte que deseo sinceramente que salga de esta situación tan complicada y así poder compartir nuevamente los encuentros llenos de anécdotas que bien has dicho fuimos partícipes.
Un abrazo.”
“Me apena mucho la situación que estás atravesando,espero te puedas recuperar pronto. Soy Francisco Tempo y solíamos juntarnos para estudiar y…fumar juntos también; cuántos recuerdos…Un fuerte y cariñoso abrazo amigo”.
“Soy Rulo como me dice él; estoy muy triste y no sé qué decir… compañero y amigo del alma, buscaré fotos de tu papá para subirte y te mando un cariñoso abrazo para ti… tendría que decir tantas cosas que en este momento no puedo”.
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