Por: @Josecomunicando
“Prestame la libretita y la lapicera”, me dijo Lautaro en el asentamiento de Piedra Blanca.
La improvisada carpa cubría a casi un centenar de personas que nos habíamos acercado solidariamente a acompañar a las familias bolivianas que reclaman tierras para vivir.
Mientras en un escenario de barro, el Raly Barionuevo y Paola Bernal animaban el lluvioso medio día, Lautaro sentado entre tablas me pidió mi anotador. Yo realizaba entrevistas y buscaba algún lugar donde el audio no se saturara, él se quedo sentado entre la gente.
Horas después nos volvimos a casa. Yo me quede con la impresión que no estaba contento de haber ido, pero cuando casi llegábamos a casa me pregunto si quería leer algo que él había escrito. Paré el auto y sacó de su bolsillo un papel arrancado de mi libreta. Me quede si palabras.