Fuimos, y pusimos nuestra parte en esa red.
Conocimos, aprendimos, ampliamos nuestros horizontes.
Compartimos nuestras experiencias y escuchamos muchas más.
Multiplicamos nuestras voces y salieron más fuertes.
Nos dimos el lujo de conocer a quienes resisten y hacen comunicación en otras latitudes.
Y fuimos cientos, y lo celebramos.
Volvimos confirmando que la impunidad no tiene fronteras y que adopta las formas más bestiales cuando más grande es el poder concentrado, pero también reafirmamos lo que intuíamos, que la resistencia siempre está y pugna por florecer.
(En la foto compartiendo el panel con cumpas de la Revista Superficie de Misiones, Correpi y miembros de la Federación de Campesinos del Paraguay)