Miren,
si pueden,
las miradas de esas madres
En sus ojos no hay paz
en sus miradas ya no quedan lágrimas
sus gargantas están secas de reclamar, de llamar en silencio
Sus brazos sienten soledades indecibles.
Miren a esas madres en silencio y con respeto
¿las ven?
¿las sienten?
¿pueden?
En sus venas ya no hay sangre.
Hay una sustancia indescifrable que las mueve.
El amor ha cobrado otra dimensión.
Ellas sueñan para encontrarse, para calmar soledades.
Ellas quieren hablar y en sus gargantas están sus hijos.