El árbol viejo dejo la tierra abierta con sus raíces para que los nuevos brotes puedan tirar sus amarras.
Mientras el árbol viejo miraba para arriba, sin prestar atención a la sombra, el retoño creyó que su arraigo era solo fruto de su esfuerzo.
Para crecer, el desafío será siempre tener la justa medida de sol.
Texto: ☆José
Imagen: Kasia Derwinska